El Ajedrez ha tenido dentro de nuestra historia un papel importante en los diferentes lugares del planeta, ha sido interpretado en diversas formas, como un juego, un deporte, una técnica de estratégia, una técnica educativa con fines psicomotrices, un deporte, un ejercicio de razonamiento y concentración, etc.
La Historia
Los árabes estudiaron profundamente el juego, analizaron sus movimientos y escribieron varios tratados sobre ajedrez. Con la invasión de los árabes a España, llega alrededor del año 700 a la península y se comienza a difundir en Europa, aunque hay datos de que ya lo jugaban los vikingos y los cruzados que habían visitado Tierra Santa.
Se han encontrado piezas de épocas medievales que testimonian la presencia del juego en varias zonas europeas. Alfonso X, El Sabio, el escritor medieval galaico-toledano, interpretó, tradujo y adaptó tratados de ajedrez, a la vez que escribe su "Libro de Ajedrez". Hasta el siglo XVIII el ajedrez era un juego predilecto especialmente de la nobleza y la aristocracia, pero comienza a popularizarse hasta llegar a jugarse en cualquier ámbito, y tanto entra a la Universidad como a los cafés. Las normas y su reglamento han variado a través del tiempo, pero sigue siendo un juego de lógica, y concentración.
Llegar a saber con precisión cuándo fue y dónde se dio origen a este juego, verdaderamente es imposible. Si bien se han tejido mil conjeturas al respecto y se han realizado investigaciones minuciosas, los afanes de quienes así perseveraban se han visto de continuo mutilados por la sombra implacable de los siglos.
Entre los objetos hallados en la tumba de Tutankamón, por ejemplo, fueron encontradas piezas de un juego de interior que se supuso habría pertenecido a un juego del que habría derivado el ajedrez. Tiempo después, no obstante, hubo que descartar aquella teoría. Quizás el primer vestigio palpable que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data de 500 años antes de la era cristiana y fue descubierto en la India bajo el nombre de Chaturanga. Los persas adoptaron el juego y a ellos debemos gran parte de su actual nomenclatura. Asimismo, los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica.
Los Bizantinos, entusiastas y practicantes del juego ciencia, lo difundieron en Rusia y en los Países Escandinavos. Aquel tipo de ajedrez, sin embargo, no echó raíces en Europa Occidental, en donde prevaleció la forma italiana del juego, derivada de una fusión con el ajedrez árabe.
Lo que si estamos seguros es que ha adquirido gran popularidad en todo lugar, en este juego no interviene para nada el azar, sino la rapidez mental de los competidores, los cuales son dos.
Cada uno de los jugadores cuenta con dieciséis piezas (8 peones, 2 torres, 2 caballos, 2 alfiles, el Rey y la Reina), ambos de colores diferentes; y se desplazan estas piezas por un tablero de 64 casillas blancas y negras alternadas.
Se han encontrado piezas de épocas medievales que testimonian la presencia del juego en varias zonas europeas. Alfonso X, El Sabio, el escritor medieval galaico-toledano, interpretó, tradujo y adaptó tratados de ajedrez, a la vez que escribe su "Libro de Ajedrez". Hasta el siglo XVIII el ajedrez era un juego predilecto especialmente de la nobleza y la aristocracia, pero comienza a popularizarse hasta llegar a jugarse en cualquier ámbito, y tanto entra a la Universidad como a los cafés. Las normas y su reglamento han variado a través del tiempo, pero sigue siendo un juego de lógica, y concentración.
Llegar a saber con precisión cuándo fue y dónde se dio origen a este juego, verdaderamente es imposible. Si bien se han tejido mil conjeturas al respecto y se han realizado investigaciones minuciosas, los afanes de quienes así perseveraban se han visto de continuo mutilados por la sombra implacable de los siglos.
Entre los objetos hallados en la tumba de Tutankamón, por ejemplo, fueron encontradas piezas de un juego de interior que se supuso habría pertenecido a un juego del que habría derivado el ajedrez. Tiempo después, no obstante, hubo que descartar aquella teoría. Quizás el primer vestigio palpable que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data de 500 años antes de la era cristiana y fue descubierto en la India bajo el nombre de Chaturanga. Los persas adoptaron el juego y a ellos debemos gran parte de su actual nomenclatura. Asimismo, los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica.
Los Bizantinos, entusiastas y practicantes del juego ciencia, lo difundieron en Rusia y en los Países Escandinavos. Aquel tipo de ajedrez, sin embargo, no echó raíces en Europa Occidental, en donde prevaleció la forma italiana del juego, derivada de una fusión con el ajedrez árabe.
Lo que si estamos seguros es que ha adquirido gran popularidad en todo lugar, en este juego no interviene para nada el azar, sino la rapidez mental de los competidores, los cuales son dos.
Cada uno de los jugadores cuenta con dieciséis piezas (8 peones, 2 torres, 2 caballos, 2 alfiles, el Rey y la Reina), ambos de colores diferentes; y se desplazan estas piezas por un tablero de 64 casillas blancas y negras alternadas.
Trebejos de Ajedrez, hechos de diferentes materiales y formas
Se juega por turnos, y comienza el que juega con blancas, lo que le concede una pequeña pero sustancial ventaja cuando se enfrentan dos jugadores con un alto nivel. Cada jugador intenta obtener ciertas ventajas en su posición, que frecuentemente consisten en la captura de los trebejos del contrario, el juego concluye cuando uno de los Reyes es vencido, en la terminología del juego, cuando está en Jaque Mate.Más datos:
- La expresión Jaque Mate, proviene de las palabras persas : SHAH MAT : "el Rey está muerto".
- Las casillas del tablero de ajedrez son llamadas escaques.
- Las fichas del juego son llamados trebejos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario